El secretario general, Hugo Yasky, expresó su respaldo al proyecto que da participación en las ganancias de las empresas a los trabajadores y cuestionó a las cámaras empresarias que resisten la norma.
"No hay otra forma de distribuir la riqueza sino a través de la participación de los trabajadores", declaró Yasky al abrir la ronda de la tarde de disertantes gremiales, ante la comisión de Legislación Laboral, que conduce el Héctor Recalde.
Yasky expresó su apoyo a la iniciativa y criticó a las cámaras empresarias que no asistieron ni respondieron a la invitación de la comisión para pronunciarse sobre el proyecto, lo que interpretó como un "sinónimo de la cultura depredadora, antidemocrática y antisocial".
Además, el secretario de la CTA pidió que la ley, en caso de aplicarse, "no termine generando bolsones testimoniales y simbólicos de algunas empresas que sí la apliquen", pero no de la generalidad, por lo que insistió con que se convierta en una "práctica que se extienda".
El dirigente gremial planteó la necesidad de "introducir la figura de un síndico en representación de los trabajadores" y así facilitar el acceso de los trabajadores a la información de variables y números manejados por la empresa.
Yasky entendió que la futura ley deberá estar "atada a otro tipo de legislación" para evitar "fraudes laborales, apañados por ingenierías semi legales".
El proyecto en análisis contempla una ganancia neta a distribuir entre los trabajadores del 10 por ciento del total de las utilidades de la empresa a la que pertenezcan.
De esa porción de utilidades, un 80 por ciento se repartirá entre los empleados (sin incluir al personal jerárquico) y el 20 por ciento restante se girará a la creación de un fondo solidario, que financiará programas de asistencia y blanqueo de trabajadores en negro y desocupados.