El Tribunal Oral Federal Seis comenzó esta mañana el proceso para determinar si en la última dictadura hubo un plan sistemático de sustracción de menores. Entre los procesados, se encuentran los dictadores Jorge Rafael Videla, quien se quedó dormido durante el juicio, y Reynaldo Bignone.
El Tribunal Oral Federal Seis comenzó esta mañana lo que será un histórico juicio para determinar si en la última dictadura hubo un plan sistemático para el robo de bebés, causa entre cuyos procesados figuran los dictadores Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone.
El ex dictador Videla, de 85 años, escuchaba esta mañana el dictamen del juicio sin poder esconder su estado de cansancio al cerrar los ojos y cabecear en varias oportunidades. Sentado en el banquillo de los acusados junto a su sucesor, Reynaldo Bignone, Videla escuchaba la lectura del dictamen del fiscal Federico Delgado pero de a poco iba inclinando su cabeza hacia delante y los costados, en señal de estar dormitando, hasta que reaccionaba y volvía a erguirse.
El debate, público y televisado, en un proceso en el que también están acusados los ex jefes militares Rubén Franco, Antonio Vañek, Santiago Riveros y Juan Azic y el médico Jorge Magnacco, se realiza en la sala de audiencias del subsuelo de los tribunales de Comodoro Py 2.002, de la Ciudad de Buenos Aires.
El tribunal acusa a todos ellos por "sustracción, retención, ocultación y sustitución de identidad de menores de diez años", una causa que comenzó a instruirse hace catorce años.
Los jueces analizarán específicamente 35 casos de robos de bebés a mujeres embarazadas que estuvieron cautivas en las dos principales cárceles clandestinas de la dictadura: la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires y la guarnición de Campo de Mayo.
A lo largo de al menos 12 meses los tres jueces del tribunal escucharán a más de 370 testigos de una causa que fue impulsada por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Videla, el primero de los cuatro presidentes de facto fue condenado en diciembre pasado a prisión perpetua por un tribunal de la provincia de Córdoba (centro) que le juzgó por el fusilamiento de una treintena de presos políticos en 1976.
Bignone, en tanto, fue sentenciado en abril del año pasado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo.
El ex dictador Videla, de 85 años, escuchaba esta mañana el dictamen del juicio sin poder esconder su estado de cansancio al cerrar los ojos y cabecear en varias oportunidades. Sentado en el banquillo de los acusados junto a su sucesor, Reynaldo Bignone, Videla escuchaba la lectura del dictamen del fiscal Federico Delgado pero de a poco iba inclinando su cabeza hacia delante y los costados, en señal de estar dormitando, hasta que reaccionaba y volvía a erguirse.
El debate, público y televisado, en un proceso en el que también están acusados los ex jefes militares Rubén Franco, Antonio Vañek, Santiago Riveros y Juan Azic y el médico Jorge Magnacco, se realiza en la sala de audiencias del subsuelo de los tribunales de Comodoro Py 2.002, de la Ciudad de Buenos Aires.
El tribunal acusa a todos ellos por "sustracción, retención, ocultación y sustitución de identidad de menores de diez años", una causa que comenzó a instruirse hace catorce años.
Los jueces analizarán específicamente 35 casos de robos de bebés a mujeres embarazadas que estuvieron cautivas en las dos principales cárceles clandestinas de la dictadura: la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires y la guarnición de Campo de Mayo.
A lo largo de al menos 12 meses los tres jueces del tribunal escucharán a más de 370 testigos de una causa que fue impulsada por las Abuelas de Plaza de Mayo.
Videla, el primero de los cuatro presidentes de facto fue condenado en diciembre pasado a prisión perpetua por un tribunal de la provincia de Córdoba (centro) que le juzgó por el fusilamiento de una treintena de presos políticos en 1976.
Bignone, en tanto, fue sentenciado en abril del año pasado a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo.