El secretario general de la Central de los Trabajadores de Argentina, Hugo Yasky, acompañó a su par, Artur Henrique Da Silva Santos, presidente de la Central Unica de Trabajadores de Brasil (CUT), en un encuentro con el ministro de trabajo, Carlos Tomada que tuvo lugar el pasado viernes 5 de agosto.
El funcionario y los sindicalistas abordaron la realidad laboral de ambos países y coincidieron en la necesidad de seguir adelante con la integración de los países de Latinoamérica.
Por la tarde, Da Silva Santos fue recibido por la Mesa de la CTA, en la sede nacional de la Central. Allí, en el Salón Azul y por casi dos horas, se mantuvo una reunión en la que estuvieron presentes representantes de organizaciones sociales y gremios nucleados en la CTA y en donde se discutió sobre el proceso político que atraviesa la región y los desafíos para el movimientos sindical hoy.
Para comenzar la reunión, Yasky realizó una breve introducción en donde señaló que la idea del encuentro apuntaba a “adelantarnos a lo que pueden ser los escenarios en crisis y definir el rol de las centrales sindicales y los trabajadores hacia una política que nos permita trascender el estado actual y discutir la presencia de las centrales sindicales en la discusión de las políticas públicas”.
“Ya no tenemos el protagonismo que teníamos en la etapa de la resistencia, decíamos con Artur. Estamos ensimismados en los procesos que son de mucha disputa política en nuestros países que desde los multimedios, los grandes grupos económicos y los partidos políticos con una visión más retrógrada, algunos intentan generar situaciones que debiliten el avance de nuestro movimiento más la posibilidad que concretamente tenemos hoy de avanzar nosotros en el plano de las conquistas con cuestiones que antes ni siquiera estaban en agenda”.
Cuando fue el turno del dirigente brasileño de tomar la palabra, agradeció la invitación afirmando que “es una satisfacción estar invitado aquí, para hablar un poco del proceso de la CUT, para hablar de militancia con compañeras y compañeros que son militantes y amigos con los que tenemos una historia de solidaridad muy fuerte. Para mí, en la Argentina la CTA siempre representó un movimiento sindical combativo, independiente, autónomo. Para nosotros siempre se trató de compañeros y hermanos, por eso es que tenemos que intercambiar informaciones e ideas para continuar con esta relación que nos une”.
Luego de un repaso de la historia política de su país, desde la década del setenta hasta principios de la década pasada, Da Silva Santos detalló cómo fue la gradual ascensión de “Lula” en la escena polítíca brasileña hasta llegar a ser elegido en las elecciones de 2002. “Algunos decían que Lula no podía llegar a ganar. Cuando llegó, decían que no llegaría a gobernar”, indicó Da Silva Santos sobre aquellos primeros años con Lula como presidente.
Asimismo, Da Silva Santos -que pertenece al sector eléctrico- describió también cómo fue la transición de aquellos dirigentes sindicales que luego se sumaron a las filas del gobierno, cómo mantuvieron la gobernabilidad, aún cuando en 2005 el gobierno de Lula sufriera una grave crisis política y cómo se atravesó la crisis financiera mundial de 2008, implementando políticas públicas que fomentaban el consumo. Del mismo modo que explicó cómo desde la CUT lograron mantener su autonomía como central sindical, sin que ello les impidiera apoyar al gobierno de Lula primero y al de Dilma Rouseff después en aquellas medidas que lo ameritaran.
Además, Da Silva Santos añadió luego algunos números que grafican los logros obtenidos durante los dos períodos de Lula: 26.000 brasileños salieron de la línea de pobreza, se crearon 15 millones de nuevos puestos de trabajo en los ocho años de mandato, se desarrollaron plataformas políticas que valorizaran y dignificaran el trabajo, yendo contra la infomalidad y la precarización laboral, desarrollando un modelo sustentable e incrementando el crecimiento tanto como el PBI. Todo esto, en un país latinoamericano con 192 millones de habitantes.
Sobre Dilma Rousseff, la economista afiliada como Lula al Partido dos Trabalhadores, que asumió como presidenta -la primera en la historia brasileña- en enero pasado, Da Silva Santos afirmó que “fue electa para profundizar los cambios y no para hacer lo mismo. El cambio comenzó con Lula y Dilma vino para profundizarlos”.
Para concluir, después de su disertación, Da Silva Santos respondió algunas preguntas formuladas por los presentes y finalmente, quedó planteada la idea de armar un encuentro para reunir a todas las fuerzas sociales y sindicales de los gobiernos de la región en pos de discutir cómo profundizar el avance de los gobiernos populares como así también qué estrategias desarrollar para frenar los intentos de aquellos sectores que están en claro desacuerdo con cualquier tipo de políticas públicas integradoras.