Hilda Guevara March, hija del Che y de Aleida March, estuvo en Argentina
presentando el libro Evocación, escrito por su madre, quien fue parte
de la lucha clandestina en Cuba, guerrillera, militante revolucionaria
hasta la actualidad y madres de cuatro hijos con el Comandante.
Entrevista exclusiva para la Central de Trabajadores de la Argentina
(CTA).
Evocación
¿Qué
significó para usted cumplir años presentando el libro de su madre en
el país que vio nacer a su padre?
(Se ríe) Mira, tú sabes que yo de esas cosas no soy muy sentimental. A
mí me hacen llorar otras cosas ¿no? Primero me hubiera gustado celebrar
mi cumpleaños con mis hijas y con mi madre. Mi mamá me mando un correo
de lo más lindo que al final decía: “soy muy feliz de haber traído al
mundo una niña tan bonita”. Yo le respondí: “no mami, creo que tu y
papi tenían un problema ocular” (se ríe sin parar). Porque la verdad que
yo fui un macaco cuando nací, después me arreglé un poquitico pero nada
más… El cumpleaños, es un año más o un año menos, depende como lo ves.
Porque a mí me dicen: “cumplís un año más”, y si, viví un año más es
verdad pero también estás restándole a lo que te queda ¿no? Depende de
la mirada que tú hagas.
Hablando
de su madre: ¿Por qué decidió quebrar el silencio?
Yo pienso que son varios factores los que influyen. Ella es grande ya
como mujer ¿no? Siente también que hay una deuda con sus hijos que no
había pagado pero además de eso, en estos últimos años, han salido
muchos escritos sobre mi papá que desgraciadamente no son muy fieles a
la verdad y ella se molesta mucho con eso. Así que me imagino que ella
misma probó su misma medicina: “Si yo protesto por esto entonces: ¿qué
voy a esperar? ¿Qué yo no esté para que alguien invente lo que he
vivido? Entonces mejor es contarlo yo” Creo que esa es una de las
razones que más influyó en su decisión de hacerlo ahora.
Pero además la posibilidad real de hacerlo ahora. Lloró, sufrió pero ya
sus hijos son mujeres, hombres, tiene nietos. Es decir, ella ya no es
imprescindible para cada uno de nosotros. En aquella época cuando éramos
muy chiquitos, si ella no estaba: ¿qué iba a pasar con nuestras vidas?
No es lo mismo cuando hay una mamá que guía, que forma, que educa. Así
que ella tenía que poner como un dique de contención a todos sus
sentimientos para poder seguir viviendo. Cuando vos lees el libro te das
cuenta de que es un momento desgarrador la pérdida de mi padre. Y tiene
que seguir viviendo. Así que me imagino que fue un mecanismo, durante
tantos años, de resistir, de encerrar ese sentimiento para poder seguir
hacia el exterior ¿no?
El
libro es una Evocación a esa historia de amor entre su madre y su
padre. ¿El libro te ayudó a conocerlos mejor?
Indiscutiblemente. Mi mamá no hablaba de estas cosas. Fíjate, yo siempre
explico esto porque para mí misma no hay una explicación lógica. Por
ejemplo: mami no hablaba de sus intimidades pero sin embargo yo no
extraño la ausencia de mi papá hasta que soy una adolescente. Es decir,
papi muere cuando tengo seis años. Recién a los diez, once es que
empiezo a decir: “mi papá no está”. Lo empiezo a añorar de verdad. En la
etapa anterior ¡yo lo sentía!, ¡estaba ahí! ¿Cómo ella logra hacer
esto, sin hablar íntimamente de nada? ¿Cómo lo logró? Eso no te lo puedo
decir. No lo sé. Pero yo lo sentí. Yo te estoy diciendo lo que yo
sentí. Y yo lo sentía a él, que estaba ahí. Y nunca lo usó para
regañarnos. Nunca. Yo me podía poner brava con ella y ¿quién era mi
cómplice? Mi papá. Era así.
-Su madre tuvo un rol destacado en la integración de la mujer a la Revolución… Si, ella fue parte de la Dirección de la Federación de Mujeres Cubanas, fue de las primeras dirigentes nacionales de la Federación y ha trabajado muchísimo en la integración de mujeres. En pleno periodo especial, cuando aparecen después de tanto tiempo algunas prostitutas en Cuba, mi madre se quería morir. A veces tenía que agarrarla del brazo para pararla. No entiende cómo es posible que una mujer se degrade de esa manera. Ella nunca va a poder entender eso, ni yo tampoco. Para mí es una herida lacerante en el pecho cuando una joven hace semejante tontería con su vida. Las crisis económicas muchas veces producen crisis de valores y en ese sentido hay que seguir trabajando. Te cuento esto para que te des cuenta hasta que punto mi madre es sensible en relación a la mujer. Siempre ha sido, para nosotros, un bastión muy importante en ese sentido. Tengo una “tía”, que es postiza, no genética pero más que tía. Se llama Ernestina, era enfermera de mi papá y compañera de la clandestinidad de mi mamá. Ernestina me enseño algo que llevo a la práctica siempre: la tierra es mejor que yo y la piso. Eso quiere decir que a mí no me pisa nadie. Así hemos vivido y crecido, con estas mujeres alrededor que te podrás imaginar.
Fidel Del libro surge que Fidel es algo así como el mediador entre esa apetencia de hogar y el hacedor de sueños que latía en el Che ¿Qué relación tuvo siempre la familia con Fidel? Mi mamá, tu lo leíste en el libro, quiere muchísimo a Fidel. Es más, ella no quisiera estar viva si él no está. Fíjate hasta donde llega ese cariño extraordinario. Ese respeto, esa admiración de mi madre a Fidel. Pero Fidel tenía su propia vida también. La imagen paterna que yo tuve fue él por eso yo le digo “tío” desde que tengo uso de razón a Fidel. Después crecimos y Fidel tuvo siempre montón de obligaciones, un montón de trabajo y ya no tenía la misma cercanía. Pero siempre estaba en contacto de alguna manera. Por ejemplo cuando yo me casé. Yo tuve que esperar que Fidel llegara a mi casa para poderme casar. Eran las 23:30 y mi “tío” estaba recibiendo al Presidente de Yugoslavia. Después me contó el embajador de ese país que su Presidente miraba que Fidel estaba mirando el reloj a cada rato. Entonces en un momento le dice: “Mire Presidente, usted ya cumplió conmigo si usted tiene otro compromiso no se preocupe” Y Fidel le explica: “es que se casa la hija mayor del Che”. Realmente yo no soy la hija mayor del Che (Hilda Guevara es su hija mayor con su primer matrimonio con Hilda Gadea) pero como soy la mayor de los cubanos pues él lo dice así muchas veces. Entonces el hombre se queda impresionado porque siempre se ha dicho que él y mi papá tuvieron discusiones y se separaron. Toda esa tontería que se manipuló, precisamente, para acabar con la imagen de Fidel. Entonces el hombre (el Presidente de Yugoslavia) se queda impresionado y Fidel le dice: “¿tu quieres venir conmigo?” Y el Presidente dice que sí. ¡La Madre que me parió! Se apareció mi “tío” con toda la comitiva del Presidente de Yugoslavia a mi casa. Teníamos una botella de Champagne para brindar que habíamos traído de Angola. No había nada más para brindar (se ríe a carcajadas) ¡Era una boda para treinta personas! Cuando mi mamá ve que empieza a llegar toda esa cantidad de gente no sabe qué hacer. Pero bueh, empieza a desarrollarse la boda. Tú ves las fotos de la boda y Fidel parece el novio. Julio, que era mi marido estábamos uno en cada punta celebrando y él en el medio celebrando también. Vamos a picar, él también en el medio. Esa noche fue muy linda. Él puso los testigos de mi boda también…
¿Me
habla en serio…?
Si, si. Trajo al embajador de México que acababa de presentar sus cartas
credenciales y le dijo: “si, si, si. Vamos, vamos, tú también eres
testigo porque el Che vino a Cuba desde México así que vamos: firma”.
Nosotros teníamos nuestros propios testigos que firmaron. Después él
puso a firmar a medio mundo. “Raúl ¿vas a firmar tu también? Dale, dale.
Vilma (Espín) tu también, dale” Y al final dice: “bueno, ahora voy a
firmar yo, sino no están casados” Es tremendo. Esa noche fue
extraordinaria.
Fidel es así. Cuando nació mi hija mayor: ¡discutimos el nombre de mi
hija! ¡Él quería ponerle el nombre a la niña! El padre de mi hija en
esos momentos estaba por África y yo había quedado con él en un nombre
que a mí tampoco me gustaba. A mí me gustan muchos los nombres castizos.
Y él, un poco para embromarme me dijo que se iba a llamar Estefanía.
Bueno si era varón yo ponía el nombre, porque él tenía un varón del
primer matrimonio, entonces me tocaba a mí. Pero si era mujer le tocaba a
él. Entonces fue niña y él no estaba en Cuba en ese momento. Y en esos
días; Fanny nació el 21 de diciembre de 1988; ese mismo año, el 22 de
diciembre se firma el Acuerdo Tripartito entre Sudáfrica, Angola y Cuba.
Por la cual, Cuba retiraba sus tropas militares de Angola, Sudáfrica
derrotada se retiraba totalmente, comenzaba el inicio del final del
Apartheid y Namibia conseguía su independencia. Era una victoria total.
Por eso el quería que mi hija se llamara “Victoria”. Y yo no podía,
había dado mi palabra con mi marido que se llamaría Estefanía. ¡Ay para
que fue aquello! Lo último que me dijo acercándose a la cuna fue:
“ojala no saques el temperamento de tu madre” Se viró y se fue muy
molesto conmigo porque decía: “los abuelos son lo que ponen los nombres”
Y yo le respondía que eran los padres, no los abuelos y así. Mi madre
pidiendo que le ponga Victoria también. No podía porque tenía la
palabra empeñada con mi marido. Después éste me dijo porque no le había
puesto ese nombre. Gracioso, claro, si él no estaba.
Mi “tío” es una persona muy importante en mi vida. De niña yo trataba de
sacar las mejores notas en la escuela para que él estuviera orgulloso
de mí. Ese tipo de cosas fue la familiaridad que tuvimos y que tenemos
con Fidel.
La salud de la Revolución
Usted,
su madre y sus hermanos viven en Cuba ¿Cómo esta su país hoy? ¿Qué
cambios se están produciendo?
Seguimos siendo un país bloqueado por EEUU. Eso no ha cambiado y eso
marca muchísimo la economía y el desarrollo económico del país. En los
últimos años comenzamos a dar soluciones a viejos problemas que el
socialismo iba trayendo consigo. La crisis económica brutal en que vive
el mundo también nos ha afectado a nosotros. No vivimos en otro planeta,
vivimos en éste. Por lo tanto nos afecta también y ahora va a seguir
afectándonos. El Estado cubano determina que hay gente que estaba
trabajando bajo sus órdenes pero que no eran productivos. Y, realmente,
no se podía seguir manteniendo esas personas. Pero tú no puedes dejarlas
en la calle, tú no la puedes dejar sin amparo. Entonces fue la idea de
buscar una alternativa y esta fue que estas personas puedan trabajar por
cuenta propia, si así lo querían. Así que se facilitó el alquiler de
locales, se facilitó el traspaso de propiedades. Por ejemplo de viejas
barberías que existían a cooperativas para un grupo de barberos que
pudieran trabajar juntos. Ya había, unos años atrás estaban funcionando
así, pero bueno con esa situación se incrementaron estas soluciones ¿no?
Además de eso se crea un sindicato para las personas que trabajan por
cuenta propia para que nadie les robe. Porque tú sabes que siempre sale
uno creyéndose el más bárbaro, el más pillo y trata de explotar. No, eso
no se va a permitir nunca. Entonces un sindicato que haga respetar eso y
que proteja a los trabajadores de cuenta propia.
Se han planteado cambios en algunas leyes que faciliten estos trabajos
pero la Asamblea Nacional Cubana en última instancia tendrá que aprobar
todos los cambios y proyectos de Ley. Lo importante es que primero lo
discutió el pueblo, en sus viviendas, en los CDR (Comité de Defensa de
la Revolución) lo discutimos en los trabajos, en la militancia, en las
universidades, en todos lados. Hay muchos criterios y proyectos en
cuanto a lo económico y en el último Congreso del Partido se analizaron
punto por punto, todo lo que la población había pedido y esforzado
discutiendo. Se ha analizado en el Congreso, que fue público, televisado
para todo el país. Así que bueno, fue una discusión abierta y ahora
falta una nueva Asamblea del Partido donde si se va a ver la parte
interna del Partido Comunista de Cuba.
Estamos trabajando sobre todo en la cuestión económica. Mejorar la
situación económica del país es fundamental para Cuba. La ventaja que
tenemos en este momento es el ALBA (Alternativa Bolivariana para nuestra
América) que es la alternativa que tenemos países del Continente como
son Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia y Cuba mas dos islitas
pequeñas del Caribe.
Estamos trabajando para aumentar nuestras relaciones comerciales, más
libres, mucho más igualitarias. Respetándonos mutuamente sin querer
influir en los problemas internos de cada país. Pero si ayudando en lo
que se nos pida. Por ejemplo: si faltan médicos y Cuba los tiene, se los
da. Si hay necesidad de instructores de deporte pues Cuba los da. Cuba
no tiene Petróleo entonces se hacen intercambios entre nuestros países.
Nosotros prestamos mas servicios y ellos con cuestiones que nos hagan
falta a nosotros. Vamos desarrollándonos.
Por ejemplo: Cuba está desarrollando mucho el polo científico, tenemos
vacunas, tenemos una serie de investigaciones de última tecnología en el
mundo. Estos avances muy ayudados por Venezuela, por lo tanto los
logros se comparten porque ellos nos ayudan y nosotros le devolvemos a
ellos sin problema alguno. Es realmente un intercambio muy respetuoso.
Muy bueno dentro de nuestros pueblos que se están conociendo mucho mas,
culturalmente, como pueblos autóctonos que viven en la zona. Es un
proyecto muy bello y hemos hecho cosas muy bonitas como el “Yo Si
puedo” (Programa de Alfabetización), “Operación Milagro” para devolverle
la vista a quien lo necesite gratuitamente. Ya vamos casi por los cinco
millones de paciente operados. La meta son diez millones así que nos
falta un tramo.
Estamos con un proyecto muy lindo con el ALBA para recuperar la vida de
los pacientes minusválidos que durante mucho tiempo han sido olvidados y
han sido maltratados. Porque a veces por una cuestión religiosa la
gente dice. “Dios me castigo por un pecado que cometí” y entonces
esconden a los minusválidos en situaciones infrahumanas que hay que
verlas. Uno nunca se las imagina. Vamos a los lugares donde nunca llego
ningún profesional con una brigada de médicos de primer nivel.
Especialistas de todo tipo que acuden integrando además a la comunidad
demostrando que no es correcto mantener a estas personas aisladas o
encerradas o separadas por su deficiencia física o mental, sino todo lo
contrario. Hay que ayudarlos, hay que rescatarlos.
-Usted es médica ¿cómo trabajan con la prevención en su país? La medicina cubana es eminentemente preventiva. Nosotros tenemos catorce vacunas para los niños nuestros. Totalmente gratuitas por supuesto. Pero además de eso está la educación, que es un factor muy importante para tener una salud real. Debes tener un pueblo culto, un pueblo que entienda lo que hay que hacer y para que hay que hacerlo. La televisión cubana ayuda mucho. Nosotros no tenemos tandas comerciales pero si tenemos propaganda científica en nuestra televisión. Es decir, las cosas que hay que hacer para mejorar esto o lo otro. Estamos trabajando mucho ahora contra la obesidad, contra la gordura, en los malos hábitos de la alimentación y los ejercicios que hay que hacer porque sino nos vamos poniendo sedentarios. En ese tipo de cosas donde también ayudan los artistas. Hemos pasado hace poco, como tú sabes, unos ciclones horribles que arrasaron con varias ciudades del país y sin embargo la gente fue a recuperar sus pueblos y también fueron los artistas. Iban a los lugares y por la mañana trabajaban en la recuperación del pueblo y por la tarde actuaban para entretener a la gente. Algo muy hermoso, precioso. Tenemos muchos proyectos, estamos mejorando mucho la economía sobre todo la producción agrícola. Estamos con el tema del petróleo, ya que tenemos un área que es nuestra y vamos a ver como la explotamos. Yo pienso que en los próximos diez años la vida en Cuba debe mejorar siempre y cuando el Gobierno de EEUU no haga algún desastre en la zona. Si lo hace, tendremos que enfrentar las consecuencias.
Che íntimo ¿Qué recuerdos te quedan del Che? Tenía cuatro años y medio cuando papi sale de mi vida. Piensa que en ese tiempo que vivimos juntos mi padre recorre el mundo casi dos veces llevando el mensaje de la revolución cubana. Es catalogado por esto como uno de los primeros diplomáticos de la Revolución Cubana. Pero además de eso, él trabajaba dieciséis horas diarias cuando estaba en Cuba. Tenía muy poquito tiempo. Hay flashes en la memoria sí. Verlo llegar del trabajo voluntario sucio y quitarse esa ropa, ponerse en cuatro patas en el pasillo y yo ir sobre su espalda. Como imágenes rápidas que pasan pero pocas, muy pocas. Una muy clara, que yo pienso que es de uno de los últimos días que convivimos en Cuba, es una imagen donde esta con mi mamá, en el cuarto de ellos, y el está detrás de mami. Ella tiene a mi hermano apoyado en su hombro y mi papá esta acariciando la cabecita del bebe con una mano que para mí es muy grande. Porque yo estoy debajo mirando la escena. Y yo te lo estoy contando y estoy mirando (cierra los ojos) La cara de mi papá se me desdibuja un poco, se pierde un poco, pero la mano no. La mano es grande, comparada con esa cabecita y la está tocando con tanta ternura que yo tenía cuatro años y medio y nunca se me olvido eso, jamás.
-¿Cuál es la vigencia del hombre nuevo en esta sociedad de hoy? El hombre nuevo no es algo acabado, es algo que se va creando y se va transformando a través de la percepción de la sociedad. Cada vez que tú mejoras la sociedad, debe mejorar el hombre. Y cada vez que mejore el hombre va a exigir una sociedad más avanzada. Es como que se retroalimentan. Yo hago esto para mejorar esto, cuando mejoro esto voy a exigir más porque necesito más, entonces el hombre nuevo se va perfeccionando a medida que la sociedad se va haciendo mejor para todos. Es algo que se puede notar hoy. Cuando tú mandas muchachos jóvenes a lugares donde nunca antes fue un médico y resisten y trabajan y vuelven mucho más conscientes, eso es muy positivo y bueno para nosotros.
-¿Cuál es el poema que más te gusta de tu viejo? (Se ríe) Bueno, mi papa tiene varios pero hay uno que a mí me conmueve mucho, es el canto que le hace a Fidel. La última estrofa para mi es preciosa. Dice: “pedimos al pueblo cubano un sudario de cubanas lágrimas para cubrir sus huesos en el tránsito a la historia americana” Y eso lo hemos hecho. Fotos: India Rodríguez.



-Su madre tuvo un rol destacado en la integración de la mujer a la Revolución… Si, ella fue parte de la Dirección de la Federación de Mujeres Cubanas, fue de las primeras dirigentes nacionales de la Federación y ha trabajado muchísimo en la integración de mujeres. En pleno periodo especial, cuando aparecen después de tanto tiempo algunas prostitutas en Cuba, mi madre se quería morir. A veces tenía que agarrarla del brazo para pararla. No entiende cómo es posible que una mujer se degrade de esa manera. Ella nunca va a poder entender eso, ni yo tampoco. Para mí es una herida lacerante en el pecho cuando una joven hace semejante tontería con su vida. Las crisis económicas muchas veces producen crisis de valores y en ese sentido hay que seguir trabajando. Te cuento esto para que te des cuenta hasta que punto mi madre es sensible en relación a la mujer. Siempre ha sido, para nosotros, un bastión muy importante en ese sentido. Tengo una “tía”, que es postiza, no genética pero más que tía. Se llama Ernestina, era enfermera de mi papá y compañera de la clandestinidad de mi mamá. Ernestina me enseño algo que llevo a la práctica siempre: la tierra es mejor que yo y la piso. Eso quiere decir que a mí no me pisa nadie. Así hemos vivido y crecido, con estas mujeres alrededor que te podrás imaginar.
Fidel Del libro surge que Fidel es algo así como el mediador entre esa apetencia de hogar y el hacedor de sueños que latía en el Che ¿Qué relación tuvo siempre la familia con Fidel? Mi mamá, tu lo leíste en el libro, quiere muchísimo a Fidel. Es más, ella no quisiera estar viva si él no está. Fíjate hasta donde llega ese cariño extraordinario. Ese respeto, esa admiración de mi madre a Fidel. Pero Fidel tenía su propia vida también. La imagen paterna que yo tuve fue él por eso yo le digo “tío” desde que tengo uso de razón a Fidel. Después crecimos y Fidel tuvo siempre montón de obligaciones, un montón de trabajo y ya no tenía la misma cercanía. Pero siempre estaba en contacto de alguna manera. Por ejemplo cuando yo me casé. Yo tuve que esperar que Fidel llegara a mi casa para poderme casar. Eran las 23:30 y mi “tío” estaba recibiendo al Presidente de Yugoslavia. Después me contó el embajador de ese país que su Presidente miraba que Fidel estaba mirando el reloj a cada rato. Entonces en un momento le dice: “Mire Presidente, usted ya cumplió conmigo si usted tiene otro compromiso no se preocupe” Y Fidel le explica: “es que se casa la hija mayor del Che”. Realmente yo no soy la hija mayor del Che (Hilda Guevara es su hija mayor con su primer matrimonio con Hilda Gadea) pero como soy la mayor de los cubanos pues él lo dice así muchas veces. Entonces el hombre se queda impresionado porque siempre se ha dicho que él y mi papá tuvieron discusiones y se separaron. Toda esa tontería que se manipuló, precisamente, para acabar con la imagen de Fidel. Entonces el hombre (el Presidente de Yugoslavia) se queda impresionado y Fidel le dice: “¿tu quieres venir conmigo?” Y el Presidente dice que sí. ¡La Madre que me parió! Se apareció mi “tío” con toda la comitiva del Presidente de Yugoslavia a mi casa. Teníamos una botella de Champagne para brindar que habíamos traído de Angola. No había nada más para brindar (se ríe a carcajadas) ¡Era una boda para treinta personas! Cuando mi mamá ve que empieza a llegar toda esa cantidad de gente no sabe qué hacer. Pero bueh, empieza a desarrollarse la boda. Tú ves las fotos de la boda y Fidel parece el novio. Julio, que era mi marido estábamos uno en cada punta celebrando y él en el medio celebrando también. Vamos a picar, él también en el medio. Esa noche fue muy linda. Él puso los testigos de mi boda también…

La salud de la Revolución

-Usted es médica ¿cómo trabajan con la prevención en su país? La medicina cubana es eminentemente preventiva. Nosotros tenemos catorce vacunas para los niños nuestros. Totalmente gratuitas por supuesto. Pero además de eso está la educación, que es un factor muy importante para tener una salud real. Debes tener un pueblo culto, un pueblo que entienda lo que hay que hacer y para que hay que hacerlo. La televisión cubana ayuda mucho. Nosotros no tenemos tandas comerciales pero si tenemos propaganda científica en nuestra televisión. Es decir, las cosas que hay que hacer para mejorar esto o lo otro. Estamos trabajando mucho ahora contra la obesidad, contra la gordura, en los malos hábitos de la alimentación y los ejercicios que hay que hacer porque sino nos vamos poniendo sedentarios. En ese tipo de cosas donde también ayudan los artistas. Hemos pasado hace poco, como tú sabes, unos ciclones horribles que arrasaron con varias ciudades del país y sin embargo la gente fue a recuperar sus pueblos y también fueron los artistas. Iban a los lugares y por la mañana trabajaban en la recuperación del pueblo y por la tarde actuaban para entretener a la gente. Algo muy hermoso, precioso. Tenemos muchos proyectos, estamos mejorando mucho la economía sobre todo la producción agrícola. Estamos con el tema del petróleo, ya que tenemos un área que es nuestra y vamos a ver como la explotamos. Yo pienso que en los próximos diez años la vida en Cuba debe mejorar siempre y cuando el Gobierno de EEUU no haga algún desastre en la zona. Si lo hace, tendremos que enfrentar las consecuencias.
Che íntimo ¿Qué recuerdos te quedan del Che? Tenía cuatro años y medio cuando papi sale de mi vida. Piensa que en ese tiempo que vivimos juntos mi padre recorre el mundo casi dos veces llevando el mensaje de la revolución cubana. Es catalogado por esto como uno de los primeros diplomáticos de la Revolución Cubana. Pero además de eso, él trabajaba dieciséis horas diarias cuando estaba en Cuba. Tenía muy poquito tiempo. Hay flashes en la memoria sí. Verlo llegar del trabajo voluntario sucio y quitarse esa ropa, ponerse en cuatro patas en el pasillo y yo ir sobre su espalda. Como imágenes rápidas que pasan pero pocas, muy pocas. Una muy clara, que yo pienso que es de uno de los últimos días que convivimos en Cuba, es una imagen donde esta con mi mamá, en el cuarto de ellos, y el está detrás de mami. Ella tiene a mi hermano apoyado en su hombro y mi papá esta acariciando la cabecita del bebe con una mano que para mí es muy grande. Porque yo estoy debajo mirando la escena. Y yo te lo estoy contando y estoy mirando (cierra los ojos) La cara de mi papá se me desdibuja un poco, se pierde un poco, pero la mano no. La mano es grande, comparada con esa cabecita y la está tocando con tanta ternura que yo tenía cuatro años y medio y nunca se me olvido eso, jamás.
-¿Cuál es la vigencia del hombre nuevo en esta sociedad de hoy? El hombre nuevo no es algo acabado, es algo que se va creando y se va transformando a través de la percepción de la sociedad. Cada vez que tú mejoras la sociedad, debe mejorar el hombre. Y cada vez que mejore el hombre va a exigir una sociedad más avanzada. Es como que se retroalimentan. Yo hago esto para mejorar esto, cuando mejoro esto voy a exigir más porque necesito más, entonces el hombre nuevo se va perfeccionando a medida que la sociedad se va haciendo mejor para todos. Es algo que se puede notar hoy. Cuando tú mandas muchachos jóvenes a lugares donde nunca antes fue un médico y resisten y trabajan y vuelven mucho más conscientes, eso es muy positivo y bueno para nosotros.
-¿Cuál es el poema que más te gusta de tu viejo? (Se ríe) Bueno, mi papa tiene varios pero hay uno que a mí me conmueve mucho, es el canto que le hace a Fidel. La última estrofa para mi es preciosa. Dice: “pedimos al pueblo cubano un sudario de cubanas lágrimas para cubrir sus huesos en el tránsito a la historia americana” Y eso lo hemos hecho. Fotos: India Rodríguez.