El evento, tuvo lugar el 3 de diciembre en el Parque Lezama, con entrada gratuita.
Desde las 14.30 horas los jóvenes de la CTA compartieron charlas y varios shows en vivo con El Buque Rabdomante, seguido por Club del Ritmo, el Dúo Romero Torillo, Astika, Yeites, Viejo Farol y Machy Madco al cierre, pautado para las 19.30 horas.
También hubo disertaciones de militantes de la Unión de Músicos, integrantes de la Organización Martín Fierro, del Frente Transversal, del Segundo Centenario y de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA), además de los jóvenes que forman parte de la CTA.
En un documento redactado por tal motivo, la Juventud expresó así los lineamientos generales por los que levantan sus banderas: por una ley de primer empleo joven, una de tierras, una de identidad de género y una nueva ley de educación superior sin mercantilización; por la despenalización del aborto, por el boleto obrero estudiantil, la erradicación de la flexibilización y la precarización laboral y por un acceso a la vivienda social.
“La Secretaría de Juventud de la Central de Trabajadores de la Argentina pudo nacer en el 2001, hace 10 años, porque había nacido mucho antes. Una juventud trabajadora que había resistido la violenta destrucción de la industria y de lo público, que había luchado contra la precarización y la flexibilización laboral. Una nueva generación que había crecido en una nueva dura época se organizaba para responderle una vez más a un sistema injusto y excluyente que no éramos sus hijos, ni queríamos serlo.
“Esa generación había nacido para ser madre de una nueva época, más justa, solidaria y equitativa. Porque siempre fue ese el reclamo de la CTA. Porque siempre fue ese el reclamo de los jóvenes. Y porque ese fue el reclamo del 2001, en el que todos nos encontramos en la calle, en nuestras exigencias, en nuestra furia, en nuestros ideales. Porque el fuego de esa fecha fue la forja en la que se fundió la Secretaría de Juventud de CTA, que llegaba para quedarse”, afirman en el texto firmado por los nóveles dirigentes, que a diez años de sus primeros pasos, son un orgullo de la CTA.