-Ausencia de inversión en infraestructura, y como resultado, escuelas que se ven obligadas a suspender clases por tormentas, pozos ciegos desbordados o riesgo eléctrico.
Tal es el caso de la escuela PP 67, en Virrey del Pino, que tiene sus aguas contaminadas por el desborde del pozo ciego.
-Desabastecimiento en el servicio alimentario escolar. Aumentando el monto por chico, pero disminuyendo considerablemente la cantidad de cupos por escuela.
En escuelas especiales (EE 505), en escuelas de zonas de 2° y 3° cordón, donde hay pibes que esperan recibir el plato fuerte, en escuelas de jornadas completa (PP23).
Frente a esta realidad reforzamos nuestro compromiso con la escuela pública, declarando el estado de alerta en La Matanza, organizándonos con las familias para que nuestros pibes tengan la educación que se merecen.
María Reigada
Secretaria General CTA La Matanza