14/12/2017
Al gobierno no le alcanzó
con destruir el sistema productivo de nuestro país, y junto a él, el consumo. Tampoco
le alcanzó con tomar medidas económicas en favor de los grupos de poder; no le
bastó con utilizar como excusa a los jubilados para blanquear miles de millones
de dólares de la oligarquía local, que jamás volverán al país. No les satisfizo
endeudar al pueblo y alimentar una bicicleta financiera desenfrenada, motivos
por los cuales hoy se quieren quedar con los haberes jubilatorios. No le
importó cargarse dos jóvenes con principios, convicciones y conciencia social,
e intentar inventar un enemigo interno que no existe, para justificar la militarización
del país en favor de la extranjerización de la tierra. No lo sació el poner a la
oposición y a la ciudadanía toda, en libertad condicional y bajo amenaza constante
de ir presa, gracias al apoyo de partido judicial; y hoy no dudó un segundo en
instaurar un estado de sitio de hecho, ante las multitudinarias manifestaciones
populares que se lanzaron a las calles a hacer oír su voz, ante una injusta y maquiavélica
ley de reforma previsional.
Mientras la inflación, el
desempleo y la pobreza entran en un espiral ascendente, el cual promete meter
al país en el túnel del tiempo para depositarlo en diciembre del 2001, una represión
salvaje sobre los trabajadores y jubilados se lleva puesto el estado de derecho
y las libertades individuales. Esta cruenta represión y cacería de seres
humanos por las calles de la ciudad, solo es posible con un gobierno para el
cual la vida humana vale muy poco y al cual no le importa imponer su doctrina de
cualquier modo, aunque ese modo sea a sangre y fuego.
¿Cuán popular y favorecedor
es este proyecto de ley para el pueblo, que necesita un ejército de ocupación que
custodie las puertas del Congreso?
¿Cuán democrático y
apegado a las leyes es el gobierno Macrista, que mientras afuera del Congreso se
reprimía y detenía a mansalva, adentro se intentaba dar quorum sentando dos
diputados falsos?
Por todo
esto, y porque los trabajadores siempre defendimos nuestros derechos en la
calle, es que desde la CTA Matanza repudiamos la salvaje represión llevada a
cabo en las inmediaciones del Congreso, y exigimos el inmediato juicio político
y destitución de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien al mejor
estilo Can Cerbero, cuida la puerta de su amo, con violencia y represión.
MESA EJECUTIVA
CTA MATANZA