En
el marco del sexto aniversario de la derrota del ALCA, un panel disertó
en Mar del Plata sobre género, derechos humanos y pueblos originarios.
Con un
amplio espectro temático “Derecho de ciudadanía y democracia”, fue el
nombre de una de las comisiones que debatieron en el marco del sexto
aniversario del golpe mortal asestado en Mar del Plata al proyecto
neoliberal llamado ALCA.
Desde
el estrado, ante una nutrida y rica concurrencia que se citó en la
escuela 6 de la ciudad balnearia, estuvieron Estela Díaz, representante
de género de la CTA nacional, quien también ofició como coordinadora;
Horacio Pietragalla, nieto recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo;
la nativa qom (toba) Gabina Ocampo, quien es además integrante del
Encuentro Nacional de Pueblos Originarios. Los tres expositores
disertaron, respectivamente, sobre género, derechos humanos y diversidad
cultural.
La
primera en tomar el micrófono fue Díaz, quien remarcó que “fueron los
gobiernos de nuestra región, que cambiaron de signo, los que
posibilitaron el NO al ALCA” y que “ahora el gran desafío es cultural”.
Abocada luego a su especialidad en temas de género, Díaz reflexionó: “la
resistencia a las políticas neoliberales tuvo a las mujeres como
protagonistas” y hoy “las mujeres salimos a los espacios públicos para
ser presidentas o ministras de defensa, para dirigir y participar”.
Además, resaltó: “vamos por más calidad democrática y protagonismo de
las mujeres” y que “hay que avanzar contra los prototipos de
masculinidad y feminidad”. También afirmó: “sigue doliendo mucho la
violencia de género”.
En
mitad de la ronda de ponencias, se acercó al estrado el embajador
venezolano en Argentina, Carlos Mendoza, quien tomó brevemente la
palabra y reflexionó al respecto de la fama de belleza de las mujeres
venezolanas, que a menudo arrasan con los concursos de ese tipo en todo
el mundo: “no me siento orgulloso de que nos identifiquen con nuestras
misses y había que pensar qué transmitimos con eso”. También sentenció:
“la emancipación de nuestro pueblo pasa por la emancipación individual” y
“no hay posibilidad de transformación en Nuestra América si no es sobre
la base de los movimientos populares”.
Posteriormente,
Ocampo inició sus palabras con un breve saludo en su idioma materno
para luego decir: “toda práctica humana que supere la naturaleza
biológica es una práctica cultural”. En este punto recordó la rica
cultura qom y las luchas de los pueblos nativos, ejemplificada en el
nombre de Bartolina Sisa, luchadora mártir de los aymaras. También
puntualizó que el invasor europeo construyó “ciudades sobre nuestras
ruinas sagradas” y los consideró “enemigos del progreso para justificar
toda violencia y así apropiarse de nuestra tierra”.
Pietragalla,
por su parte memoró el horror de una parte de su historia personal: “mi
mamá fue asesinada y yo nací en la clandestinidad cuando mi padre
estaba desaparecido”. Pero dijo: “ahora me llena de orgullo llevar el
nombre de mi padre gracias a las Abuelas”. Luego, referenciándose en la
historia argentina, comentó: “por suerte, esta ‘primavera camporista’
está durando mucho más que Cámpora y se está profundizando”.
Para
concluir, Pietragalla adujo que las políticas argentinas actuales sobre
derechos humanos “son ejemplo para América Latina” y finalizó
sentenciando: “los mejor que hizo Néstor (Kirchner) fue decir ante la
ONU que todos somos hijos de Madres y Abuelas”.