La única lucha que se
pierde es la que se abandona. Seguramente esta frase está hecha carne en l@s
compañer@s de la escuela primaria 120, que el lunes 20 apenas ingresaron a la colegio,
vieron que su lucha comenzaba a dar frutos.
Al llegar al establecimiento se toparon con la sorpresa que ya
había cuadrillas trabajando. De todos modos, padres y docentes decidieron
llevar adelante la segunda jornada de protesta, hasta que se hicieran presentes
las autoridades del Consejo Escolar y el Jefe de Región III de la
Administración de Infraestructura Escolar, Guillermo Lucero. Además se continuó
con la realización de talleres, al igual que la jornada anterior, en donde los
alumnos, padres y docentes trabajaron bajo la consigna “que escuela quiero
tener”; por otro lado, los profesores de
Educación Física realizaron juegos con niños y padres, haciendo más amena la
espera.
Promediando la mañana llegaron los funcionarios, los cuales,
con evidente intención de dividir la lucha, pretendieron hablar con los padres
a solas y a espaldas de los docentes y alumnos, motivo por el cual la delegada
de la escuela, la compañera Mónica Rocha, les exigió de forma terminante, que debían
hablar frente a todos, ya que todos, docentes y alumnos incluidos, estaban allí
para defender los derechos de los chicos, y por mejores condiciones de trabajo.
Fracasado el intento de dividir a la comunidad educativa, se
comenzó con la asamblea, de la cual participaron los compañeros de la CTA
Matanza Héctor Sposato, Daniel Tronti, Silvana Cánape y Diego Moreyra; los
padres y docentes comenzaron a preguntar por los plazos para el cumplimiento de
los dos legajos de obra trabajados durante el fin de semana; luego se realizó
una recorrida por la escuela, en donde los padres exigieron soluciones
inmediatas al caótico estado edilicio. Por otro lado, los docentes criticaron
el Servicio de Emergencias que provee el Consejo Escolar para refacciones, el
cual, a todas luces, es una fuga de dinero que no acerca ningún tipo de solución
a las escuelas.
Concluida la reunión, se comenzó a labrar el acta de lo
acordado, en donde el Secretario de DD HH de la CTA, el compañero Héctor
Sposato, asesoró a los docentes y padres; en el acta se fijaron los plazos y
las fechas de encuentro para supervisar que se estén realizando las obras sin
dilaciones; asimismo se comprometió por escrito a las autoridades, que los
legajos estarán sujetos a modificaciones por lo que pueda surgir mientras se
realizan las refacciones, y que las autoridades firmantes, serán las
responsables de supervisar personalmente las tareas.
Pero esto no queda acá. Los compañeros docentes de la EP
120, junto a los padres de la comunidad, lograron algo que no siempre se logra,
que es la unidad de clase por los derechos de los niños; es por ello que la próxima
e inmediata lucha a tomar, es la construcción del prometido Polideportivo para
uso y disfrute, no solo de los pibes de la 120, sino también para los de las
escuelas cercanas y el barrio.
Consultada sobre lo
acontecido, la compañera delegada Mónica Rocha nos dijo lo siguiente: “Sentimos que tenemos más del cincuenta por
ciento del camino desandado, pero que nadie crea que nos vamos a dormir sobre
estos laureles, ¡¡¡Seremos los Supervisores del Supervisor de supervisores!!! La
120 va por más, o mejor dicho, va por lo que por derecho le corresponde. No
pedimos lujos ni privilegios, solo luchamos por lo que es de nuestros alumnos. Hoy
nos sentimos muy orgullosos de lo logrado hasta aquí, porque junto a los padres,
fuimos todos uno solo, unidos por una misma causa”.
Desde la CTA Matanza felicitamos
a toda la comunidad educativa de la EP 120, que con organización y unidad de
clase, lograron su objetivo, la refacción del establecimiento. Es un orgullo
para nosotros haber acompañado su lucha, por lo que seguiremos trabajando junto
a ellos para que las autoridades cumplan con lo prometido.
SECRETARIA DE COMUNICACION Y DIFUSION
CTA MATANZA