"Que no tengamos el desempleo galopante de otras épocas es un dato alentador, pero con eso sólo no alcanza. Esta caída de la desocupación tiene que ver con un efecto de goteo del derrame del crecimiento económico, por lo que yo creo que el problema no es tanto la desocupación, sino la calidad del empleo que se genera, ya que en muchos casos se trata de empleo precario. Subsisten niveles muy altos de trabajo no registrado, y esto tiene que ver con la preexistencia de una cultura depredatoria en los empresarios argentinos, que incorporan como una especie de dogma el hecho de que el empleo registrado implica reducción de la rentabilidad empresaria, y es una especie de capital ocioso para ello. La calidad del trabajo que se genere en el país tiene que ser compatible con el sector popular.
HUGO YASKY