Jueves, 15 de Julio de 2010 | Escrito por Agencia Paco Urondo.
FM La Boca charló con Hugo Yasky, titular de la CTA. En esta primera parte, Yasky expone su visión sobre el 82% móvil, el matrimonio igualitario y las próximas elecciones en CTA, entre el sector que lidera él y el ex titular de CTA, Víctor De Genaro.
PERIODISTA: ¿Cuál es la postura de la CTA sobre 82% móvil para los jubilados?
Hugo Yasky: Hace un año, nosotros propusimos una serie de leyes para concretar un blindaje social dándoles más poder de compra a los sectores populares. Para los jubilados, se contemplaba llevar al 82 % del Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVM), de manera de vincular, cuando se trató la ley de movilidad, la jubilación con el salario de los activos. A la vez, se trata de posibilitar una recomposición del mínimo que cobran los casi 4 millones de jubilados, de los $900 actuales a los $1.230 aproximadamente. Pero proponíamos una fuente de recursos para ser factible esto, porque se trata de una inversión de $20.000 millones, una cifra que equivale dos veces a lo que se aplica para la Asignación Universal por Hijo (AUH). Como fuente genuina de recursos, planteábamos recuperar los niveles de aportes patronales que existían hasta 1993, sobre todo para las grandes empresas que podrían asumir el impacto que representaría la restitución de los aportes patronales. Si se segmentara a la mediana y pequeña empresa, habría que complementar con otra fuente de recursos, como podría ser algún tipo de gravamen progresivo a las transacciones financieras. Este planteo lo hicimos hace un año y creemos que es posible sostenerlo a condición que se defina la decisión política de avanzar.
P: ¿Está diciendo que restituyendo los aportes patronales y dejando afuera a las PYMES recaudarían los $20.000 millones anuales necesarios para elevar la jubilación mínima?
HUGO YASKY: Si, depende del volumen de las PYMES que queden fuera. Por eso proponíamos otra fuente alternativa consistente a un gravamen a las transacciones financieras.
P: Un impuesto de $20.000 millones incluso para las empresas más grandes puede tener un impacto enorme para la economía, incluso en términos de inflación, lo que a su vez puede traer consecuencias más complejas ¿Cómo evalúa a eso?
HUGO YASKY: Si estuviéramos hace 3 o 4 años atrás y el sistema jubilatorio fuese privado como era antes, el dinero de los jubilados estaría mayoritariamente depositado en algún paraíso fiscal y en ese momento hablar del 82 % móvil sería una utopía absoluta, cuando no una ingenuidad, porque la movilidad la establecían los grupos financieros según sus propias ecuaciones y sus intereses. La movilidad de los jubilados - que era a cuenta gotas - hoy tenemos la posibilidad de cambiarlo porque hubo un golpe de timón muy grande, un cambio muy profundo. Para llegar al 82 % del SMVM hace falta también otro golpe de timón muy grande y muy profundo. Si lo analizamos dentro de lo que existe, es muy difícil imaginarse esto, ahora si lo imaginamos con la misma audacia y decisión, con coraje el político que se reestatizó el sistema jubilatorio, yo creo que sería factible y además justo. Porque hablamos de llevar la mínima a un valor de $1230, pensemos que el SMVM está cerca de los $1500, son cifras absolutamente razonables y justas para el ingreso mínimo de los jubilados. Creo que esta discusión podría darse. Lo que no se puede aceptar es que se quiera sacar conejitos de la galera como plantea la oposición, dicen que la plata está, que la plata aparece si se reasignan partidas: eso es puro verso. Yo siempre les recuerdo a quienes dicen esto que a nosotros nos costó tres años de Carpa Blanca para obtener un fondo de $350 millones para el famoso incentivo docente. Cien veces menos de lo que estamos discutiendo ahora. Esta discusión hay que darla con responsabilidad y sobre todo, no se puede avanzar eliminando retenciones, no se puede avanzar sin meterles un impuesto a los sectores concentrados ni a los empresarios. Sin estos (impuestos), el 82 % móvil no existe.
P: ¿Cuál es tu reflexión sobre lo que se va a votar este miércoles (por el pasado 14 de julio) en torno al matrimonio entre personas del mismo sexo?
HUGO YASKY: El proyecto de ley que se aprobó en Diputados cuenta con el respaldo de la gran mayoría de los ciudadanos de este país, es una ley que hace tiempo vienen reclamando no solo los compañeros que están en la LGTB (Liga Gay, Transexual, Bsisexual) sino también aquellos sectores de nuestro pueblo que creemos que no tienen porque existir en términos de derechos ciudadanos discriminaciones, ni desigualdades y entiendo que es un papel lamentable que está jugando la jerarquía eclesiástica queriendo convertir esto en una cruzada, queriendo dividir a la sociedad ante falsos dilemas.
P: Muchos militantes vienen de una tradición católica y muchos han dado sus primeros pasos en acciones solidarias vinculadas a la Iglesia ¿No existe una tensión entre esa cúpula y la tarea solidaria de los compañeros que se han formado en ese marco?
HUGO YASKY: Yo creo que existe una distancia enorme. En la mayoría o en muchos países de América Latina, la Iglesia tiene una fuerte tradición progresista, popular y en su momento Tercermundista. En nuestro país el corte es muy claro, existen curas y militantes de base vinculados a la Iglesia que levantan la bandera de los sectores populares y una jerarquía profundamente reaccionaria vinculadas a los sectores de poder, cómplice de los genocidas, que quiere con uñas y dientes seguir defendiendo el viejo orden que les permitió ser parte de la minoría de los privilegios.
P: ¿Cómo ves las elecciones venideras en CTA, la discusión con el otro candidato Víctor De Genaro y la carta que escribió Milagro Sala?
HUGO YASKY: Las elecciones marcan una encrucijada dentro de la CTA, que está inserta en el mismo debate que la mayoría de los sectores del campo popular y las distintas miradas acerca del momento político que estamos viviendo en nuestro país: el proceso de construcción de una Central de Trabajadores que sea capaz de establecer fuerte posicionamiento frente a las políticas públicas, que sea capaz de tener autonomía para criticar y para apoyar aquellas cosas que el movimiento popular avanza, una central capaz de expresar diversidad o una central testimonial permanentemente oposicionista, volcada más bien en una construcción de su proyecto político. Hay dos modelos, creo que lo importante de esta elección es juntar la mayor cantidad de compañeros, una mayoría en todo el país y que tengamos una amplia participación. Básicamente con autonomía, con la capacidad de generar unidad nacional con otros sectores populares, que no sea de conflicto permanente y que sea capaz de avanzar con madurez en la construcción de políticas públicas y no confundiendo autonomía con neutralidad. Cuando el conflicto de clases está planteado en la sociedad como fue el caso de la 125 con el tema de las retenciones, cuando de un lado está la Sociedad Rural y del otro lado un Estado que intenta avanzar en la redistribución, tiene que haber una Central de Trabajadores que sepa posicionarse (1).
(1) Nota del editor: Claudio Lozano, diputado nacional e integrante de la CTA, aliado al sector de Víctor De Genaro, votó contra la resolución 125, es decir, en línea con lo promovido por la Sociedad Rural. (Agencia Paco Urondo)