¿Cómo vivió estos festejos del bicentenario de la Argentina?
Creo que estamos en un momento político distinto, donde por primera vez muchos de los que fueron los luchadores de América nunca antes habían sido reconocidos por la historia oficial para ocupar el lugar que se merecían, como por ejemplo el "Che" Guevara.
Creo que ese símbolo, en la presencia de los presidentes de América Latina que están tratando de construir un espacio de independencia nacional, es un espacio para la discusión de la agenda social, un camino nuevo para América Latina impregnó todo lo que fue la jornada de ayer.
Así que para nosotros el estar ahí fue muy bueno, el ser parte de un momento histórico como es el festejo de estos doscientos años, que no es solamente el festejo, el hacer flamear la bandera y seguir como si nada. Creo que aquí hay una responsabilidad muy clara, un compromiso de profundizar la agenda distributiva para resolver los problemas pendientes, que son los que hacen que todavía en la Argentina exista una brecha de desigualdad, heredada de políticas neoliberales que es un tema a resolver. Eso estuvo presente en el momento en que estábamos ahí en esa cena. Y, por otra parte, la presencia mía en realidad entraña el reconocimiento a la Central de Trabajadores que represento.
¿Notó en la gente un ánimo de hacer propio el festejo?
Sí, yo creo que esa explosión que fue la participación de la gente nos sorprendió a todos, ese querer identificarse con las banderas argentinas como pocas veces he visto en nuestro país, fue algo fantástico.
Y me parece que era como hacerse dueño de una fecha patria, y eso es importante en la medida que surja del corazón de nuestro pueblo, porque los que se movilizaron por millones en estos días en su mayoría fueron sectores populares.
En distintos barrios la gente se juntó a festejar y lo de ayer nunca lo había visto, eso es una imagen muy importante para mí.
¿Puede ser una bisagra esto, contra el malhumor social del que se habla, más allá de las ideologías políticas?
Yo creo que es una señal ante todo eso que se pretende generar mediáticamente como un estado de ánimo bajo, y que la situación que hay de los argentinos no sea tan real ni sea tan de los argentinos.
No sé si es un momento bisagra, creo que es apresurado decir eso, pero lo que sí está claro es que no es el estado de ánimo que describen los multimedios, que tratan de pincelar todos los días cuál es el humor cotidiano. Evidentemente lo de estos días señala una nota que no estaba registrada o que pretendía ser ocultada.
¿finalmente llegará concretamente este reconocimiento para la CTA?
Bueno, ayer en un cruce que tuvimos con el ministro Tomada le volvimos a plantear el hecho que por supuesto ese tipo de reconocimiento gestuales es importante, de alguna manera, afianza esta legitimidad que ha construido esta Central. Pero necesitamos sin duda avanzar en el reconocimiento legal, se lo volvimos a plantear ayer porque es un tema recurrente y estamos más cerca de lograrlo.